Mi primer trabajo

 Una vida en relación con el trabajo

Trabajar, trabajar y trabajar.

Ryan Holiday

Primer día como mesero

Dicen que cuando cuando tratas de "aconsejar" realmente eso que dices es como si estuvieras hablando con tu yo del pasado, aconsejándolo y, hasta cierto punto, dándole dirección para que sepa que hacer en situaciones donde lo que menos había era certidumbre. Hoy justamente este es el propósito que tiene esta entrada, no solo para hablarle a mi yo del pasado sino también mostrar parte de lo que pude aprender a lo largo de un año de trabajo en un restaurante.

El trabajo realmente ha formado parte de mi ideología que he logrado construir desde hace un buen tiempo, aunque este normalmente lo había focalizado en algo personal, todo el beneficio de ese trabajo se iba a ver repercutido en mi vida, pero durante este año me enfrenté al mundo real, personas que te miran feo, que te alzan la voz, regaños, comparaciones e insultos de los cuales podría fácilmente quejarme a lo largo de esta entrada pero no tendría sentido ya que es algo que viene implícito en un trabajo. 

Aunque ser mesero me ayudó a quitarme esa pena de hablar con las personas y darme cuenta de cuánto de lo que había escrito hasta entonces era viable para poder aplicarse en la vida real, vamos, fue un reto increíble ya que sin esta visión de ver si lo que escribo funciona pienso que este pequeño viaje no hubiera tenido más sentido que simplemente enfocarme en ganar dinero para mi objetivo final que tenía previsto desde meses antes en que empezara a trabajar.

Justamente quiero arrancar desde este punto ya que el objetivo y/o la meta, yo la tenía más que clara, sabía que es lo que quería, estoy de acuerdo en que esto me dio mucha energía para no renunciar durante esos días en los que yo ya no quería levantarme, pero realmente estoy seguro que el poder darme cuenta que el desarrollo que obtuve como persona me impulsó más, había días en los que pensaba en la necesidad que nosotros mismos como humanos construimos para poder vivir, el dinero es oxígeno y en una época donde competimos para sobrevivir el entender que debe haber algo más grande que una meta es sumamente importante para poder salir de la rueda de hámster y decidir correr en otra dirección o mejorar la que ya tenemos.

Por otro lado también el darme la oportunidad de involucrarme en un trabajo me ayudó a convertir mis valores en valores antifrágiles, el estar expuesto con personas que tienen una ideología diferente a la que tú tienes realmente ter ayuda, muchas veces buscamos personas modelo para poder seguir a lo largo de nuestra vida, pero realmente yo en este trabajo, y en el que me encuentro actualmente he logrado encontrar antimodelos, personas a las cuales no me quiero parecer, personas que de alguna u otra manera me ayudaron a fortalecer el valor intrínseco de la persona que busco ser a través de personas que no quiero ser. 

La gente lo sabe, pero prefiere seguir el mismo rumbo que todos, involucrarse con gente a la que se quiere parecer, copiando hábitos y/o rutinas que pueden explotar nuestra creatividad o alcanzar el cuerpo perfecto, pero realmente involucrarte con personas que son diferentes a ti, rompen la burbuja del idealismo. Esto es interesante y nuevamente caes en cuenta que te puedes transformar en una persona que pueden seguir.

Sé que esto es mucho choro, lo entiendo, pero realmente yo espero que puedas encontrar algo de valor en estas líneas, esta entrada la llevaba planeando escribir desde hace ya casi un mes o más, pero por cuestiones personales no la había podido llevar a cabo hasta ahorita, y el mensaje principal que he buscado transmitir es el siguiente.

Desde que tengo memoria, mis padres y abuelos me han contado lo dura que es la vida y lo difícil que se han vuelto las situaciones en algunos momentos, eso en parte me molestaba ya que desde que era niño he buscado estar incómodo, de alguna manera he buscado esos sentimientos de desesperación, he encontrado diversas situaciones en que esto se ha presentado y este primer trabajo no fue una excepción, es extraño y es la primera vez que digo esto en público pero yo no ruego a Dios por tiempos buenos y ni bendiciones, sé que Él me ha dado las suficientes fortalezas para progresar pero es mi decisión el explotar las fortalezas, de buscar incertidumbre, de saber que no todo es tan sencillo como estirar la mano y tomar las cosas así como así, pedir y pedir, la gente dice que hay que aprender a ganarse el pan, te aseguro que si tienes la oportunidad de involucrarte en un mundo diferente al tuyo, de esforzarte al máximo y tratar de ser mejor, vas a caber en cualquier lado.

Muchas bendiciones, por fin pude terminar esta entrada y me parece que quedó bastante bien, espero la hayas disfrutado y que te haga pensar, desecha lo que no te guste y toma lo que desees, un saludo desde Estados Unidos. Cuídense.

Penúltimo día como mesero con ¡Dani!