Virtud y humildad
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Oportunidad al alcance ¿de tu mano?
No hay hombre más desafortunado que al que la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba
Séneca
Hace apenas algunos días me encontré ante alguno de mis proyectos finales de la escuela, teníamos que preparar hamburguesas para los niños y jóvenes del DIF del municipio donde resido, naturalmente creí que esto sería algo normal, sentarse con niños, hacer que se olviden de su situación por un momento y nada del otro mundo ¿no es verdad?
Mi sorpresa fue descomunal cuando arribamos al sitio y me encontré frente a frente con los niños, algunos un poco serios, algunos más grandes que otros, pero todos compartiendo algo en común y eso era la pena y, hasta cierto punto, la incomodidad de sentir que un conjunto de jóvenes fuera de su realidad se presentarán a hacer algo diferente. Cuento esto porque hace ya mucho tiempo aún recuerdo llegar a casa de algunos amigos y encontrarme con una pared inmensa en lo que respecta a la forma en que ellos estaban viviendo su vida en ese momento.
Esto es difícil de entender debido a que normalmente ignoramos lo que sucede a nuestro alrededor, nos indignamos por cosas similares pero muchas veces no tomamos acción para evitar que algún tipo de situación injusta suceda, en este caso comparto una imagen de mí jugando ajedrez en el año 2014 durante la olimpiada estatal. Esto no es con el fin de presumir sino más bien para hacerte reflexionar un poco respecto a lo poco que sabemos con respecto a los demás.
En días pasados en los que he tenido la oportunidad de hacer ejercicio o jugar fútbol con mis amigos, me he encontrado con niños y jóvenes que, mientras yo estoy a punto de irme a divertir y gastar mi tiempo en hacer ejercicio, ellos tienen la responsabilidad ya sea con sus padres o con su propia persona, de vender o de hacer alguna labor para conseguir dinero y seguir sobreviviendo. ¡Vaya situación!
La verdad es que esto me conmovió y generó en mi un sentimiento que no sentía desde mi infancia y que ahora quiero compartir contigo esta breve pero poderosa reflexión con respecto a tu vida en el aspecto en que tú quieras aplicarlo.
Muchas veces estamos inconformes con la situación en la que nos encontramos, nos ahogamos en un vaso con agua y nos quejamos con respecto a las cosas que tenemos, ¡nunca es suficiente el último modelo! De alguna manera buscamos ver que lo que tenemos es poco en comparación con alguien más. ¿Por qué? Yo entiendo que conformarse no es digno de cualquiera, pero en algún momento te invito a detenerte, observar tu habitación, tus artilugios electrónicos, tu comida y ¡tu situación! Desde una perspectiva humilde. Date cuenta que el simple hecho de que tú puedas asistir a un gimnasio, a jugar o practicar algún deporte o de disfrutar una serie en tu celular en la comodidad de tu cama a altas horas de la noche es una virtud que pocos pueden gozar. Y sí, no es tu culpa que estas personas se encuentren en la situación que están, pero el mensaje es para que desde ahora voltees a ver cualquier aspecto de tu vida que no te parezca suficiente como una oportunidad de que te conviertas en una mejor persona.
Esto quizá te haga preguntarte ¿qué tiene que ver que yo me convierta en una mejor persona con las personas que muchas veces no pueden gozar de esta virtud de la que yo gozo? Lo más importante no reside en responder a esta pregunta, de hecho proviene del tipo de persona que te conviertas a través de la modesta ejecución de cualquier cosa que decidas hacer, es decir, si te desenvuelves correctamente en el ejercicio, llegas a casa y en vez de ver molestias, ves oportunidades y, al menos pienso, que te enfocarás en lo que es verdaderamente importante y ¿qué es lo verdaderamente importante? Eso es lo que tu sabes, y si no es así, entonces has estado viviendo bajo una queja constante que tu privilegiada situación ha nublado tu visión de lo que implica una vida diferente.
Hace algunos días tuve la oportunidad de ir al cine, construí una burbuja en la que me olvidé de todo lo que te estoy contando, me enganché viendo una película y al salir, me encontré nuevamente ante una situación real y de cuestionamiento, suena duro, suena a una constante tortura por encontrar la verdad, pero créeme que prefiero mantenerme cuerdo e intentar hacer algo en el metro cuadrado que corresponde a mi existencia.
Sé que este mensaje puede resultar incómodo para muchos, ¡esa es la intención! Incomodarte. Destruye el estatus quo que propician las redes sociales y las cosas que ves a diario; cambiando tu metro cuadrado pienso es un lujo, ayúdate y después intenta ayudar. Si te queda el saco, póntelo, y si no, te pido que busques uno de tu talla.
Con esto me despido lector, gracias por leerme y espero puedas reflexionar respecto a esto y poder por fin darte cuenta de la virtud o virtudes que hay en tu vida con la humildad necesaria para percatarte que las oportunidades están al alcance ¿de tu mano?
Con cariño y afecto, Darius.
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