Live free or die

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 New Hampshire "Cuando ya no sea ni siquiera un recuerdo, solo un nombre. espero que mi voz perpetué la gran obra de mi vida" Florence Nightingale Always hanging around Queridos lectores, no sé ustedes pero en este lado del mundo donde la noche comienza a atraparnos me di cuenta que tomé las decisiones correctas mientras tuve la oportunidad de hacerlo, no solo porque incluso hoy he continuado con un proyecto como este el de mi blog sino también como todas las veces en que decidí atreverme a hacer algo diferente, empujarme y abrirme a seguir aprendiendo. Durante mucho tiempo estuve rodeado de una idea en la que existen tales cosas que te gustan y cosas que no, fair hasta cierto punto, sin embargo he encontrado el enorme gozo de vivir libremente o morir en el intento, ¿por qué? Sonará curioso y que increíble al mismo tiempo porque de ahora en adelante el miedo se ha transformado en el hueso que debería comenzar a roer. Rescatar de tu pasado algunos aspectos que de por sí quería...

Momentos extraordinarios

 El deseo de vivir

Si se tiene en cuenta que la fuerza de los jóvenes es proclive a explotar, no nos asombrará verlos decidirse por determinadas causas con tan poco tacto y discernimiento en su elección. Lo que excita a los jóvenes es la efervescencia que suscita una causa. Ver, por así decirlo, la mecha encendida; no la causa en sí. De este modo, los seductores más sutiles procuran prometerles la explosión y no se preocupan de legitimar su causa; ¡no se gana a semejantes barriles de pólvora con legitimaciones! 

Friedrich Nietzsche



¡El tiempo está corriendo y sigue corriendo! Es algo inevitable y que en tiempos contemporáneos se ha vuelto algo rutinario, es algo que sabemos pero que muchas veces no comprendemos del todo, algunas veces sentimos que las cosas van a estar como han estado o creemos que nuestra situación actual apesta e impacientes esperamos el futuro no tan lejano para ver si ahí nos sentiremos bien, ni siquiera felices, sólo estar bien. Muchas veces este círculo vicioso lo he catalogado como la persecución de “momentos extraordinarios”. Y, no me pregunten “¿por qué?” Pero hoy mas que nunca nosotros los jóvenes estamos entusiasmados e inquietos por encontrar y construir esos momentos extraordinarios, antes de que comiences a construir tu propio prejuicio adéntrate en un juicio diferente.

Pensar en el final pone nostálgico a cualquiera, pero desde el inicio alguien sabe que se tiene que acabar, las etapas corren sin cesar en un paraje en el que tenemos la oportunidad de construir momentos extraordinarios del calibre que nosotros consideremos, esto es interesante ya que desde el momento en que decides hacer algo, desde mi punto de vista, ya es algo que podrías catalogar como “extraordinario”, en mi caso creo que viajar a otro país es un momento extraordinario diferente ya que para algunos quizá sea una necesidad y no un gusto, me encuentro incluido en esta categoría, pero estoy seguro que la expectativa es la guillotina que decidimos usar cuando tratamos de “construir esos momentos extraordinarios” ya que ponemos fe en que algo va a pasar, ¡señoras y señores algo inolvidable se encuentra implícito en nuestro viaje! La realidad, al igual que el fino filo de la cuchilla de la guillotina, cae sobre nuestra esperanza y degolla el momento para transformarlo en una miseria cuando no somos lo suficientemente fuertes para ver el jardín que tenemos frente a nosotros.

Este es un paso muy difícil de tomar ya que, incluso para una persona optimista como tú servidor, es difícil de tratar, la mente toma toda esa buena racha como un hecho que es innegable para ti, “¡me lo merezco!” Dicen algunos, “¡me lo he ganado ya que ni el mismo universo me lo va a negar!” Esta es una actitud sana si nos creemos con derecho a todo pero hoy vengo a proponer algo difícil, qué tal si comenzamos a alimentar la causa y focalizar cuál es el fin en sí mismo en vez de pensar en los medios como los fines, es decir, qué tal si ahora hablamos de ti o alguna persona como un fin en sí mismo en vez de un medio para alcanzar un fin. Qué tal si comenzamos a adjudicarle el merecido respeto al fin en sí mismo en vez de los medios y tratarlos como se deben.

La cuestión se encuentra en aprender a visualizar el jardín que tenemos en frente de nosotros en vez de pensar en el que queremos porque, nuevamente, si tomamos acción en lo que tenemos control podemos “cambiar”, hasta cierto punto, las características de ese jardín y comenzar a moldear el que nosotros queremos, dejando la expectativa y la esperanza de lado, tenemos la cura de un mal redundante en la vida de nosotros los jóvenes, así pues querido lector, no importa la edad que tengas, tenemos una gran tarea la cual es decidirnos por causas con más tacto que nos hagan proclives a explotar de manera en que estas nos ayuden a construir los momentos extraordinarios que tengan valor sobre nuestra vida y, quizá, sobre la vida las personas que más nos importan.

Es fácil compararse y quedar anonadado por los momentos extraordinarios que quizá están viviendo los demás, las redes sociales nos dan una dosis muy alta de esto, pero algo que puede ayudar demasiado es saber que mucho de lo que vemos en internet es solo una imagen y, hasta cierto punto, apariencia que los demás comparten con el fin de mostrar lo que hacen y lo alegres que los hace sentir el momento, esto es algo que todos hemos sentido por lo menos alguna vez en la vida, aquí lo relevante es entender esto y no caer en la trampa de creer que necesitamos hacer algo grande o increíble para volver un momento extraordinario ya que esto en automático té arrastraría al status quo, estar de este lado no es malo, pero la pregunta más importante radica en entender si aquello que persigues es algo que realmente buscabas ya que, si no es así, por más que busques construir momentos extraordinarios, estos seguirán siendo momentos vacíos. 

Algo relevante a entender y poner en práctica es que logres consolidar tus valores e ideales y que a través de estos puedas decidir cuáles son los momentos extraordinarios que quieres construir, para ello no hay que hacer cosas gigantescas o que cambien tu vida, solamente se trata de darle a lo ordinario un extra, esto es bastante interesante y me provoca una sonrisa pensar en ello porque muchas veces somos tan banales, nos dejamos llevar por la corriente cuando solamente tenemos que hacernos responsables de lo controlable y entonces dar el extra en esas situaciones, acciones o cosas ordinarias para ser capaz de hacer algo extraordinario, porque incluso cuando consideras todo ordinario y decides añadirle un extra, en automático entiendes como avanzar y comienzas realmente a construir momentos extraordinarios.

Curioso y a la vez interesante, no sé que depare el futuro pero eso no me incumbe en lo absoluto, a nadie de hecho, solo quiero seguir dando el extra y apreciar el extra que encuentro en algunas personas, eso para mí es extraordinario. 

Esta entrada está dedicada a todo camarada conocido y desconocido que se ha sentido bajoneado por el simple hecho de no sentirse completo a pesar de tener comida, techo y dinero, ¡que extraño es ese sentimiento! Estoy seguro que hasta este punto queda totalmente claro que decidir ocuparnos de nuestras responsabilidades y adjudicarle valor a la causa es algo relevante en nuestra vida. Así que, querido lector, alimenta la causa que te empuje un paso a la vez hacia la persona que quieres ser, compárate sanamente y ¡enhorabuena! Esto no se acaba hasta que se acaba.

Saludos queridos lectores, los aprecio y espero esta entrada les haya gustado. ❤️❤️❤️❤️

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