¡No estoy perdiendo el tiempo!
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Perdón, no quiero perder el tiempo mientras estoy perdiendo el tiempo
Carpe díem. Aprovecha el momento presente sin esperar el futuro.
Poeta romano Horacio
Siempre me haces cuestionarme CDMX |
La nostalgia recorre mis venas, las preguntas invaden mi mente y un dilema eterno ocurre en lo más profundo de mi imaginación. No es la primera vez que me pasa esto, pero realmente hoy en esta navidad quiero regalarte algo valioso, se trata de algo que, considero, deberías tener presente de hoy en adelante.
Hablo del, "aprender a perder el tiempo", y es que suena irónico pero incluso en una época en la que perder el tiempo se ha vuelto la píldora contra diferentes situaciones que se presentan a diario, resulta importante destacar que muchas veces nos encontramos ante la situación tan peculiar de que muchas veces perdemos el tiempo mientras perdemos el tiempo. Me saca una sonrisa y, te explicaré porque.
Hablar frente a una cámara esperando que lo que publiques tenga impacto en alguien, ¡es una tarea difícil! Sabiendo que a las personas no les gusta perder el tiempo cuando están perdiendo el tiempo, sentarse o acostarse durante horas viendo una pantalla resulta ser una inversión siempre y cuando lo que estamos viendo nos haga reír o informe o nos ayude con lo que sea que estamos haciendo.
Esta misma corriente de pensamiento trasciende al punto de que incluso con las personas que se encuentra frente a nosotros sean la carne de cañón por la cual establecemos un filtro para saber si perdemos o no el tiempo. ¿Por qué esto tendría que ser importante cómo un regalo de navidad? Por un simple pero poderoso motivo.
Te invito a que salgas sin conexión a un espacio público invadido de gente extraña, que te ignora y a la que le importa un rábano quien seas. Después te invito a que regreses y me cuentes tu experiencia en los comentarios, por el momento ¡sigue leyendo! Pregúntate, ¿realmente nuestra mera presencia hace la diferencia? Estoy seguro que estar parado en un lugar en el que nadie sabe ni tiene idea de quien eres te hace repensar las cosas más simples de la vida, al menos eso me ha pasado muchas veces.
Una de las más importantes ocurrió en New York City, rodeado de una cantidad innumerable de gente, ¡solo eres una persona más! Las veces que he ido a la Ciudad de México y volteo a ver con asombró y entusiasmo el Ángel de la independencia, me hace replantearme las cosas que hago y a las que día a día decido darle importancia.
Porque sí, es un hecho que tendremos que perder el tiempo en algún momento, pero ¿qué tal hacerlo por las causas justas y que merecen la pena? Hoy en un bombardeo de información, parece que la opinión de las personas, el ser aceptado y pertenecer son el antídoto para un mal en decadencia, ¡la soledad!
El presente que te traigo esta navidad es el siguiente: ¡No hay ninguna tribuna! ¿A quién crees que tratas de impresionar? Sea quien sea, ¡le importa un carajo lo que sea que estés haciendo! Así que ¿para que morirte de ansiedad cada noche tirado en tu cama preguntándote si lo que haces provoca que las personas te vean de manera diferente o, peor aún, si lo que haces cambia la forma en cómo te ven las personas?
Invierte en la pérdida de tiempo que te empuje a "apreciar el presente", ¡qué difícil asimilar esto último! Más cuando tienes que viajar en un Metrobús apretado por la cantidad absurda de gente que sube, en una parada de metro esperando poder subir, o en alargar un salario que no alcanza, ¡qué difícil! Lo digo en serio, no esperes el futuro, ¡prepárate para recibirlo! Porque seguro que va a llegar, mientras tanto, ¡hoy! Decide actuar, decide hacer algo diferente, decide hacer las cosas, ¡eso es apreciar el momento presente!
En el gran esquema de las cosas, créeme que no importa cuántas personas se sienten a criticarte o siquiera pensar en ti, si es que son tan afortunados de tener tiempo para ese tipo de pensamientos, ya que la acción me ha enseñado que perder el tiempo mientras pierdo el tiempo en algo que para mí vale la pena, es una de las mejores inversiones que he podido hacer. ¡Haz las cosas!
Esta navidad, ¡regálate esto! Deja la charlatanería fuera y sé un hacedor, sentarse a apreciar es difícil teniendo una vida tan compleja, pero sí de algo te sirve, aprecia el momento desde el lado de la acción, ¡actúa! ¡Te lo mereces!
¡Feliz navidad querido lector! Aprecio que estés aquí y espero que lo descrito en esta entrada siga siendo de provecho para ti que te encuentras al otro lado de la pantalla. ¡Saludos! ❤️
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