¡Haz tu trabajo!

 Lo que toca y ¡se acabó!

Al amanecer, cuando de mala gana y perezosamente despiertes, acuda puntual a ti este pensamiento: «Despierto para cumplir una tarea propia de hombre.» ¿Voy, pues, a seguir disgustado, si me encamino a hacer aquella tarea que justifica mi existencia y para la cual he sido traído al mundo? ¿O es que he sido formado para calentarme, reclinado entre pequeños cobertores?

Marco Aurelio - Meditaciones, Libro V

Chick-fil-A 😝

¡Hola a todos queridos lectores! ¿Cómo va todo? Espero de todo corazón que bien, de este lado del mundo las cosas van que vuelan y no es para menos, hoy cambie mi perspectiva respecto a lo que significa hacer tu trabajo y los fundamentos que aún persisten en existir en la filosofía laboral. Déjame introducirte a hacer lo que te toca y terminar con tu jornada laboral. 

Empecemos por el principio, a pesar de que el motivo por el que trabajamos sigue siendo por ganar dinero, muchas veces se olvida irónicamente para que existió el trabajo. Es curioso entender que realmente el trabajo es la justificación de nuestra existencia. 

La fantasía del mundo contemporáneo es dedicarte a lo que te apasiona y ¡qué mejor que monetizarlo! ¿No es así? Lo “decepcionante” es que no todos logran conseguirlo. Pero, estoy seguro que más que decepcionante mientras estás trabajando sin importar si es algo que te acerca o no hacia lo que tú quieres, de alguna manera sientes “satisfacción” y hasta cierto punto un poco de perspectiva.

Me explico, es muy sutil creer que al alcanzar ese trabajo soñado, ese lugar, esa monetización de nuestro hobby más importante y por fin vivir de lo que nos gusta y apasiona será la respuesta a la gran pregunta existencial que retumba en el abismo de nuestra vida, ¿ahora que sigue?

Podemos maquillarlo con miles y miles de objetivos, cosas materiales, libertad, te invito a ponerle el adjetivo que tú quieras, todo lo que decidas adjudicarle a tu vida después de alcanzar ese algo tendrá sentido hasta el momento en que tú quieras. Pero en ambos casos llegarás al mismo lugar en el que tanto las personas que lo lograron como las que no se encuentran.

En mi opinión las formas más comunes que existen para avanzar y salir de ese valle son las siguientes, la primera consiste en debido a la embriaguez que te produce el poder de tener dinero y hacer lo que te plazca, los excesos son el haz bajo la manga de las personas que a pesar de haber alcanzado lo más importante en su vida la distracción acompañada de una dosis de nihilismo hace que la vida por sí misma pierda sentido, la carrera ha acabado.

El otro lado se me hace una carrera más humilde, más bien podríamos definirlo como un camino lleno de altibajos y de satisfacción mediante la comprensión de que para vivir la vida que queremos no hace falta ser millonario, esto suena controversial ya que se supone que el dinero es la cura de todos los males, estoy de acuerdo, ¡es necesario! Más no debería ser el fin sino el medio para poder ser quien queremos ser.

Es simple y bastante divertido creer que encontrar un trabajo satisfactorio que te provea el dinero suficiente para sobrevivir y aún así poder dedicarte a hacer lo que quieras en tu rato libre es un sueño bastante interesante. Muchos pensarán que es una estupidez porque a veces es necesario tener dos trabajos y trabajar más para poder tener más dinero pues ahora ya no sólo se trata de mi vida si o de la de un hijo o algo parecido.

La pregunta reside nuevamente en encontrar esa forma de que tu existencia se vea justificada, lo triste quizá sea que no todos consigamos vivir de lo que soñamos ¡hurra! No tendremos que sacrificar algo que amamos para sobrevivir, ¿qué puedes hacer pues para justificar tu existencia? Hacer tu trabajo y hacerlo lo mejor que puedas. No para sobresalir ni ser el mejor de la empresa, eso no está en tus manos, una vez más, ser el mejor es el medio más no el fin de todas tus acciones.

Hacer lo que te toca muchas veces es suficiente para hacer un gran trabajo, suena aburrido pero créeme que muchas veces es así, la mayor parte de la vida es aburrida hasta que decides que esas metas y objetivos son los medios que justifican un fin personal, ya sean tus sueños, ya sean tus hijos, ya sean tus padres, ya sea tu futuro, cualquier cosa que decidas poner como fin será la justificación de la existencia.

Lo verdaderamente difícil será aprender a designar cuáles deben ser los fines y cuáles los medios, falla en esto y quizá tu vida sea miserable, acierta y te darás cuenta que la vida es aburrida ¡aleluya! En el aburrimiento aprenderás a identificar qué es lo verdaderamente importante. 

¡Haz tu trabajo y hazlo bien! Ya que lo que toca hoy muchas veces no es suficiente, lo sé, pero al hacerlo una vez más hemos terminado, ¡se acabó! 

Espero que esta reflexión te ayude a diferenciar esos medios y fines, a diferenciar, entender y comprender que el trabajo es una joya y no una maldición.

Que tengan un gran inicio de semana, los quiero y aprecio a todos los que se han tomado un momento para leer esta entrada. ¡Un saludo y abrazo a la distancia! ❤️