La idea de una misión personal

 Mentira

Si eres lo suficientemente valiente para decir "adiós", la vida te recompensará con un nuevo "hola".

Paulo Coelho

¡Hasta siempre compa! 🙏🏽

Qué curiosa es la vida ¿no es así? Muchas veces llena de momentos placenteros y en otras el giro que esta toma es verdaderamente impresionante e increíble. Y no estoy hablando solamente de momentos alegres sino también de penurias y tristezas. A lo largo y ancho de esta entrada hablaré sobre esa idea que tenemos sobre nuestra "misión personal", así que bienvenido a una entrada más, espero la disfrutes y reflexiones.

Hace muchos años cuando me hice consciente de que mis acciones repercutían en cosas buenas o malas, me di cuenta que podía alcanzar ciertas cosas, me hice acreedor a una misión "¿para qué vine a este mundo?" Me pregunté muchas veces, curiosamente esta pregunta me surgía cuando las cosas no me salían bien, ya fuese en la escuela, en el deporte o en mi vida social.

Lo más irónico fue cuando incluso después de alcanzar y vivir ciertas cosas que de por sí buscaba y quería conseguir, esta pregunta aún seguía surgiendo, aunque la situación que mencionaré a continuación es triste, pienso resulta ser el mejor ejemplo que me ha ayudado a concluir esa pregunta y en vez de encontrar un "para qué" convincente, decidí afrontar la realidad, es decir, más allá de entender que mi tiempo aquí es limitado es entender "¡mi tiempo aquí es limitado!" ¿Notas la diferencia?

Es algo complejo, pero hace apenas un par de días un amigo mío, una amistad en la que la rivalidad deportiva y académica siempre estuvo en constante roce, falleció. Y hacía muchos años que no entendía, recibir una noticia como tal simplemente calló por un momento el ruido mental que constantemente abunda en mi cabeza y me dejó mirando el lugar en el que estoy.

Y es que muchas veces no estamos en el lugar que queremos estar, no hacemos lo que "hemos soñado", la situación no se parece en nada a lo que imaginamos, el fallecimiento de mi camarada me recordó lo frágil que es la vida, lo sencilla y simple que es pero que en cuestión de un momento da un giro de 360 grados. ¡Y qué injusto! ¿Acaso la misión personal concluye nuestra vida?

Yo creo que más que ser la conclusión de nuestra vida, es un abono que constantemente se tiene en la mira, me explico, si la misión de una persona es compartida, se vive y se experimenta durante la vida de una persona ¿acaso esa forma de vivir no es suficiente para incitar a vivir a los demás?

Esté es el punto álgido de esta entrada, muchas veces nos dicen que debemos estar dispuestos a cambiar el mundo, "¡Tu misión personal debe ser de trascendencia y cambio!" Es lo que dicen algunos, quizá muchos sean afortunados de cambiar al mundo, pero ¿qué tal si conviertes tu misión personal en una forma de compartir? Compartir quien eres con los demás, compartir tu amistad, compartir tus costumbres, es decir, establecer una misión personal y encarnarla, ¡no solo mencionarla para que se vea bonito!

No hay que esperar a que un amigo, familiar o conocido sufra algo tan trágico como la muerte para darse cuenta que incluso esas tardes en que compites, en que convives y ayudas o acuden a tu llamado de auxilio son el punto de inflexión de una misión personal.

Al final estoy seguro que la historia que decidamos contarnos formará parte de la misión que decidamos elegir, ya que cada momento que pasa puede dar paso a la construcción de esa idea, pero muchas veces esto será una mentira, ¡pero no una mentira mala! Más bien se convierte en una mentira construida en base a lo que tú quieras construir a continuación.

En fin, esta entrada está compuesta por un sentimiento que jamás creí tener por mi camarada Puertos, hasta donde sea que esté sé que en algún momento volveremos a jugar un 21 o una partida de ajedrez, por el momento agradezco infinitamente los momentos en que nos peleamos, en que reímos, en que jugamos, en que me invitaba de su famoso venado o conejo durante los recesos en la escuela, esos momentos que recuerdo son lo que al final me hicieron darme cuenta del valor que una sola vida tiene.

Así que si tienes la idea de una misión personal, ¡lucha por ella cada día! Porque la mentira más grande que podemos recibir es que viviremos lo suficiente para verla florecer, así que, ¿qué mejor que encarnar tu misión cada día? Luchar y esforzarte cada día, si no sabes qué hacer, qué otra opción tienes más que buscar una misión, escoger las mentiras adecuadas y vivir cada día.

Queridos lectores, muchas gracias por leer esta entrada, un shotout para mi compa Puertos y un sincero pésame para su familia, ¡qué en nuestra memoria viva! Un saludo a la distancia, y con cuidado queridos lectores. ❤️