Atrapado en un sueño

Dueño de mí

En la vida, no siempre podemos controlar la primera flecha. Sin embargo, la segunda flecha es nuestra reacción a la primera. La segunda flecha es opcional.

Buda

The beggining

Hola queridos lectores, los saludo desde mi lugar de internado en New Hampshire, espero se encuentren de maravilla, hoy quiero hablar sobre esta sensación que he sentido a lo largo de los años, es decir, la sensación de sentirte atrapado en un sueño, no de forma mala, ni triste ni decepcionante, más bien como un momento de continuo cuestionamiento e impulso hacia adelante.

Imagínate decidir aventurarte hacia lo desconocido, sea lo que sea, durante cada una de mis etapas, cada cosa pudo resultar mal, tanto que me perdiera, ser asaltado, raptado, estafado, vaya, son incontables las cosas que pudieron salir mal, pero no sucedió, gracias a Dios, pero una vez más alcancé un sueño.

Nunca trato de presumir, más bien de compartir las sensaciones, estar solo, desempeñarte a través de un lenguaje diferente, comiendo y que va, hasta a veces lidiar con sentirte mal es una forma de sentirte atrapado, ¡la desesperación! Un mal que te acecha de lejos y que si dejas entrar puedes sentirte con ganas de salir corriendo, de tirar la toalla, de querer volver a casa.

¿Existirá alguna forma más dura de madurar? Lejos del seno familiar, de tu casa y del amor incondicional de las personas, porque sí, ahora eres valorado si tienes la capacidad de iniciar y concluir el trabajo de manera excepcional. ¡Qué ironía! Todos sonríen hasta que cometes el más mínimo error. ¡Verdades de la vida!

No es que en cada una de las etapas que haya vivido me haya sentido atrapado, más bien me he sentido el dueño de mi destino, de lo que sea que hago, no solamente me recuerdo que es el sueño siempre, ¿me vas a gritar? Quizá si me he equivocado o quizá de repente pierdes la cordura por el estrés y ese no es mi problema.

A través de todas estas letras quiero compartir que hoy y siempre he sido dueño de mi, pero ¡qué difícil ha sido entender esto! No solo por la constante lucha mental que siempre ocurre, entre susurros la mente te recuerda cuantas veces has fallado, cuantas veces te has dicho no hacer algo y seguir haciéndolo, entre susurros te quiere echar para abajo. 

Y es de agradecer a mente tan juguetona y no sé si seré el único al que le sucede, pero he aprendido a convivir con tales pensamientos, ¿cómo? Recuerdo que el primer golpe, esa primer flecha como dice Buda, difícilmente podré detenerla, cualquier comentario de alguien, pensamiento de mi mente, o equivocación mía, puede resultar impredecible, pero el como reaccione ante la consecuencia es la opción más grande que tengo.

¿Por qué? Porque ahora tengo la oportunidad de remediarlo, ¿opinaste algo de mi? O me puedes lastimar o puedes alimentar mi retroalimentación, ¡gracias! Y ¡jódete! Por si las moscas. ¿Mi mente se quiere alocar? Bien, ¡detente! Respira hondo y mira que tienes en frente de ti, ¿es tan malo como tu mente dice? ¿Me equivoqué? ¿Qué puedo hacer para remediarlo?

Eres dueño de ti, cada vez que te sientas atrapado en un sueño es momento de levantarte, observar y darte cuenta que lo que sea que estés creyendo no es la realidad absoluta, existe aún más afuera que no has podido divisar. Así que ánimo lector y espero esto pueda ayudar.

Quiero enviar un saludo a mi mamá, papá, hermano y abuelita que siguen siendo los pilares de mi vida, los quiero. ❤️🙏🏽